Nena Diamon

10 de may de 20216 min.

Yoga y música ¿Cuál es tu melodía?

Contestemos por fín a una pregunta que siempre tenemos a la hora de realizar nuestras prácticas pero también de guiarlas. La respuesta es tan diversa como tipos de persona o ¡tipos de música!

Seguro ya te pasó que en alguna clase pensaste "qué se acabe ya esta canción, quiero escuchar los pájaros" y que por el contrario , en alguna otra clase, la música te hizo profundizar mucho más en aquello que intentabas trabajar ese instante.

¿La #música te ayuda a fluir o aumenta el volumen de tu mente? Para algunos, la idea de que la música sea parte de la clase de yoga es bastante atractiva y fundamental para la relajación. Para otros, puede ser solo otra distracción de su diálogo interno.

Yoga&Music

Si el yoga nos da la oportunidad de echar un vistazo al interior e incluso la posibilidad de realizarnos personalmente, entonces, ¿Qué papel juega la música? ¿No nos da la quietud la oportunidad de escuchar más de cerca? ¿Puedes escuchar tu respiración de la misma manera con música de fondo? ¿Es posible que la música pueda ayudar a alcanzar la autorrealización?

La música crea en nosotros emociones que incrementan la cantidad de dopamina, que es un neurotransmisor que ayuda a controlar los centros de recompensa y placer del cerebro. Algo muy importante si se suma a la intención de trabajar nuestro interior en cada clase de yoga. Además la dopamina ayuda a procesar otras emociones como miedo, tristeza, resentimiento y dolor, aún cuando estén presentes a nivel subconsciente. En ese sentido puede tener una justificación científica, sin embargo, volvemos a lo mismo...según la intención de tu práctica.

Para nosotros definitivamente se siente como un placer culpable.

"Como en el yoga, no hay absolutos".

Todo depende del momento, del profesor, el estilo de práctica y, por supuesto, la selección de música. Es justo a la hora de diseñar nuestras clases que el tema se convirtió en un verdadero interés entre nuestros profesores.

"Con frecuencia les pido a mis alumnos cualquier comentario que quieran compartir sobre sus experiencias con la práctica y la música en general; y las opciones son divididas. Como en el yoga, no hay absolutos. A algunos les encanta la presencia de la música sintiendo que los ayuda a despertar y a profundizar en su práctica. Al mismo tiempo, otros dicen que hay partes que les gustan y otras que no, y que les resultaba más difícil concentrarse, que prefieren sin música".

Existen tantos estilos de yoga como gustos musicales

Todos tenemos diferentes preferencias musicales. Lo que una persona ama, la otra puede desecharlo. Una canción para una persona puede desencadenar ricas emociones. La misma canción puede desencadenar un torbellino doloroso para otra. En el yoga la música tiene que seguir las enseñanzas de la práctica, siendo una fuente de inspiración y conexión con el momento.

Y luego están los que practican con la melodía del silencio...

Todo el día estamos llenos de estímulos externos: los sonidos de la casa, la oficina, la ciudad. En su mayor parte, cuando las personas vienen a una clase de yoga buscan tranquilidad. Esperan un retiro del ajetreo y el bullicio de su día y del ruido constante. De hecho, es muy sencillo dejarse llevar y no darse cuenta cuánto ruido de fondo forma parte de nuestra vida.

Para muchas tradiciones y escuelas de yoga la atención se centra en la respiración y es la respiración la que ayuda a que los yoguis entren y salgan de las posturas. Con música durante la clase, el alumno puede distraerse cuándo la atención debe estar hacia adentro. Centrarse en la postura y la respiración ya proporciona dos puntos de concentración.

“Gran parte de nuestras vidas la vivimos respondiendo a lo externo, y la música, por hermosa que sea, sigue siendo un sonido que viene de fuera de nosotros mismos. El yoga te enseña a sintonizarte con la música que hay en tu interior”

La tradición Vedanta así lo recita.

Yoga en silencio

La preferencia musical en la clase de yoga comienza con lo que te enseñaron.

A menudo, tu primer maestro tiene una influencia considerable en tu práctica y estilo de yoga. No quiere decir que no puedas independizar tu criterio, tus gustos y cambiar. Si comenzaste a practicar yoga con música, puede ser más difícil practicar sin ella; si estás acostumbrado al silencio, puede que la música te saque de tu zona.

"Con frecuencia practico con música y muchas de mis clases se enriquecen con ella. Puedo sentir cuando mi cuerpo, mi mente y mi ser interior necesita ese tipo de clase. Sin embargo, muchos otros días, escojo una práctica tranquila".

En Grow tenemos también un mix de opiniones. Yo a veces utilizo música en mis clases, pero, por lo general, no la tengo allí de principio a fin. Empiezo en silencio, en algún momento cuando siento que es el momento adecuado agrego algo de música, y en algún momento cuándo es suficiente, la apago. Cuando tengo música durante la parte de asana, la dejo en silencio durante Savasana para equilibrar y viceversa. Como siempre, en el equilibrio esta la virtud.... ¡Me encanta Savasana con cuencos tibetanos y frecuencias de sonido!

Cuencos tibetanos

Tocar música instrumental india durante la clase es relajante para el cerebro y tocar cualquier música high beat con instrumentos de percusión modifica el ritmo de la frecuencia cardíaca y del sistema nervioso. Ahora tu escoge qué efecto quieres tener.

He ido a clases en las que el profesor subía la música durante ciertas posturas como urdhva dhanurasana (rueda), adho mukha vrksasana (parada de manos) y navasana (bote), y el ritmo de los tambores encendía mi adrenalina. Algunos profesores de Vinyasa, Rocket, Flow o clases mezcladas con fitness o baile incorporan más estilos musicales, desde rap, hip-hop, clásica, blues jazz antiguo y electrónica. Por lo general, eligen un tema para la clase y tocan música acorde con ella.

El movimiento lleva a la música y la música al movimiento. Armonía.

Cuando la música se usa como una herramienta, como un bloque o un cinturón para apoyar la práctica, se convierte en una fuerza poderosa para conectar con la energía y su vibración. La música y el yoga tienen muchas similitudes; por ejemplo, ambos son inherentemente alegres.

Estudios han demostrado que la música puede ayudarte a concentrarte más que en el silencio, especialmente, en grandes ciudades, con sus innumerables sonidos ambientales donde una buena banda sonora se convierte en un amigo confiable y un alivio mental. La música está en todas nuestras vidas, todo el tiempo. Ya sea que estés "escuchando" música directamente o no, todavía está afectando tu neuroquímica.

De hecho, nada afecta a tantas regiones del cerebro como la música. Es la única herramienta evolutiva no esencial que ha sido una constante en nuestra especie.

¿Sabias que algunos antropólogos y neurocientíficos especulan que la música no sólo es anterior al lenguaje, sino que en realidad ayudó a formarlo en primer lugar?

Las canciones de cuna, una característica universal de todas las culturas, fueron uno de los primeros métodos por los cuales las madres se comunicaban con sus hijos.

Esta es una reflexión debate entre los maestros de yoga hoy en día. Simplemente es un tema de tocar la música adecuada en el momento adecuado y también darle espacio al

silencio. No puedes fluir ni relajarte si la música no te deja.

Los beats musicales aumentan nuestra frecuencia cardíaca y el umbral del dolor; le ordenan a nuestros cuerpos que se muevan gracias al arrastre de los fluidos, sincronizandose con un ritmo, que además libera dopamina en nuestro cerebro. Si bien los humanos anhelamos dopamina, hay que prestar atención cuando vamos a demandarla y no vayamos a terminar hiperactivados en el momento menos deseado.

¿Cómo Crear la lista de reproducción adecuada para tu yoga?

Nada tiene que ver con el gusto. Hay muchas consideraciones cruciales al crear la lista de reproducción para tu práctica. Por ejemplo, la música india, la cual, uno de sus instrumentos es el #sitar. Este instrumento, es capaz de reducir los niveles de cortisol en la sangre. El cortisol, la "hormona del estrés", desempeña una función importante en nuestro cuerpo: ayuda en la recuperación y reparación de los tejidos. Su elevación prolongada puede presentar un problema de salud.

Por lo tanto, cuando uses música, ten en cuenta lo anterior y usa la música para crear silencio, ¡y trabaja hacia el silencio y la relajación! La música ambiental puede transportar a los alumnos más allá de los desafíos diarios de la vida y ser de gran ayuda para recordar el mundo interior donde el amor siempre existe. Si se usan con precisión, las canciones con palabras que tocan el corazón pueden apoyar a generar un ambiente luminoso, agradable y cercano.

Como maestro si usas música, asegúrate de que el volumen sea apropiado para que todos puedan escucharte. ¡Los alumnos están ahí para recibir yoga de ti! Además, si haces un stop en la clase para hacer una demostración, también detén la música.

Reúne toda la atención y el enfoque.

En conclusión, la música es uno de los aliados más poderosos del yogi moderno. Los profesores de otras disciplinas del movimiento lo saben. Saber qué música tocar y cuándo tocarla puede llevar tus clases a otro nivel. Sin embargo, una mala selección puede crear una desconexión completa entre lo que hace tu cuerpo y tu cerebro.

La práctica nos enseña que a veces es muy saludable dejar de lado todas nuestras reglas y expectativas sobre lo que se supone que es el yoga y simplemente ir, fluir y dejarnos realizar con lo que es la práctica del momento.

¿Te animas a probar una clase de yoga con música de la india en vivo? Te invito a que tengas la magnifica experiencia en la clase especoal de Saraswati Flow, Sitar Envolving Vinyasa en Grow Estudo.

Por un movimiento consciente,

Por: Nena Díamon

IG @nenadiamon

Photos: Unplash

    1540
    1