Elisa

6 de oct de 20226 min.

YIN YOGA PARA LA LUNA LLENA

¡Hola grower!

¿Eres consciente de las influencias que tiene la luna en ti?

En este blog hablábamos sobre las influencias que tienen las diversas fases de la luna en nuestro cuerpo y en la práctica de yoga.

Este domingo 9 de octubre es luna llena así que hoy te quiero traer una práctica de yin yoga que te ayudará a vivir más en sintonía contigo y con el universo… ¿me acompañas?

LA LUNA LLENA

La luna llena es el momento en que el sol y la luna se encuentran opuestos entre sí. Esto influye gravitacionalmente en la tierra: esta atracción entre la luna y el sol, hace que las mareas del océano cambien.

Representa la energía femenina de serenidad, reflexión e intuición. También el elemento agua ya que afecta las mareas y como somos aproximadamente un 70% de agua, nos afecta también a nosotros.

Es un momento de plenitud y finalización, de reflexión.

El prana (energía vital) llega a su mayor capacidad y por eso, puedes sentirte desbordada física y emocionalmente. Errática, “lunática”, alterada o descentrada, al igual que las mareas que están más enérgicas y vivas.

Por este motivo, no es recomendable hacer durante los días de luna llena una práctica de yoga muy exigente físicamente, muy Yang sino más bien una práctica Yin, con posturas suaves y meditativas que te ayudarán a centrar tu energía y conectar contigo.

PRÁCTICA DE YIN YOGA PARA LA LUNA LLENA

Esta práctica de Yin Yoga, con énfasis en flexiones hacia delante combinadas con respiraciones largas y conscientes, te ayudará a calmar el sistema nervioso y a que dejes ir cualquier tensión física que tengas.

Antes de empezar, prepara tu espacio; hazlo tuyo, acogedor y calmante. Enciende unas velas, quizás una lámpara de sal. Ten cojines cerca y si tienes, blocs de yoga. Coloca tu esterilla y vístete con ropa cómoda. Pon una música que te guste y relájate. Puedes hacer una limpieza energética del espacio quemando palo santo o salvia.

Siembra tus intenciones antes de empezar a practicar. Si te ayuda puedes escribir tus intenciones para consolidarlas más.

Para la práctica de Yin Yoga, no hay necesidad de forzar el estiramiento o hacer esfuerzo físico. Trata de hacer cada asana lo más suave posible. Cuando hayas encontrado tu versión de la postura, respetando los límites de tu cuerpo y cómo te sientes hoy, practicando desde el amor, cierra tus ojos y relájate en ella, evitando moverte.

BALASANA O POSTURA DEL NIÑO

Vamos a empezar la práctica de yin yoga en Balasana: esta asana te ayudará a calmar la mente, reduciendo ansiedad y fatiga además de empezar a estirar suavemente la columna, caderas y tobillos.

Siéntate sobre tus rodillas y abre tus rodillas a lo ancho de la esterilla, manteniendo los dedos gordos de los pies tocando entre sí. Estira tus brazos delante tuyo apoyando la frente en la esterilla y cierra tus ojos.

Quieres estar cómoda en la postura para poder dejar ir y relajarse así que encuentra tu versión de la asana: puedes utilizar cojines y blocs.

Quédate en la postura respirando pausada y profundamente durante un mínimo de 2 minutos.

Camina con tus manos hacia el lado izquierdo. Te puedes quedar aquí o mantener la mano izquierda en el suelo y llevar tu mano derecha por detrás de tu espalda hacia la cadera izquierda, la palma de la mano mirando hacia arriba.

Quédate aproximadamente 1 minuto en cada lado, devuelvete suavemente al centro y haz lo mismo hacia el otro lado.

UTTHANA PARASANA O POSTURA DEL LAGARTO

De balasana, junta tus rodillas para que queden a la altura de las caderas y busca 4 puntos de apoyo, elevando tu cuerpo con las manos apoyadas en línea con los hombros. Si quieres puedes colocar una manta debajo de tus rodillas, para darles un soporte extra y que no te molesten.

Da un paso con tu pie izquierdo hacia delante y apoyalo en el borde externo de la esterilla, apoyando ambas manos en la esterilla por el lado de dentro del pie. Te puedes quedar aquí o si quieres ir más profundo, apoyar los antebrazos en el suelo. También puedes apoyar los antebrazos en un bloque, lo importante es que te puedas relajar en la postura y dejar ir.

Respira en la postura, aprovechando cada exhalación para soltar un poco de tensión de las caderas. Quédate durante unos dos minutos y repite en el otro lado.

Esta asana es ideal para soltar tensiones acumuladas en la zona de las caderas, pecho y cuello.

EKA PADA RAJA KAPOTASANA O POSTURA DE LA PALOMA

Desde tus cuatro puntos de apoyo, trae de nuevo la pierna izquierda hacia delante, esta vez apoyando la rodilla en el lado izquierdo de la esterilla y el pie hacia el lado derecho. Acomoda tu cuerpo, quieres que ambas caderas estén soportadas así que si necesitas, coloca un bloque debajo de la cadera izquierda si esta queda elevada.

Apoya las manos por delante de la pierna. Si el cuerpo lo permite, puedes seguir bajando y apoyar los antebrazos o el torso en la esterilla.

Respira en la postura durante unos tres minutos con el foco en relajar las caderas. Sal despacio y repite en el otro lado.

SALAMBA BHUJANGASANA O POSTURA DE LA ESFINGE

De tus cuatro puntos de apoyo, deja caer tus caderas y abdomen en la esterilla. Apoya tus codos debajo de tus hombros, los antebrazos paralelos entre sí. Estira las piernas detrás tuyo y mantén el cuello largo, los hombros se alejan de las orejas.

Respira aquí durante unos dos minutos.

PASCHIMOTTANASANA O POSTURA DE LA PINZA ESTILO YIN

Busca una postura sentada con tus piernas estiradas delante tuyo. Inhala y crece con tu espalda hacia arriba, buscando espacio y al exhalar empieza a plegarte hacia delante buscando que el movimiento venga de las caderas.

Lleva tus brazos hacia delante en dirección a los pies pero deja que la postura sea suave, utiliza la gravedad y relaja todos tus músculos. Haz lo que sea necesario para que la postura sea lo más cómoda posible, dobla las rodillas si necesitas y coloca una manta enrollada por debajo, relaja el cuello…

En cuanto tengas tu versión de la postura, cierra los ojos y respira, buscando la quietud de la mente y cuerpo. Quédate durante unos 3 minutos.

Esta postura estimula los riñones y las glándulas adrenales. Además da un masaje a los órganos digestivos y calma la mente.

BADDHA KONASANA O POSTURA DE LA MARIPOSA

Desde tu postura sentada con las piernas estiradas, mueve los pies hacia el interior juntando las plantas lo más cerca de la pelvis que te permita el cuerpo, dejando que las rodillas caigan hacia los lados.

Relaja las piernas y deja caer el torso hacia delante, relajando la columna y dejando caer la cabeza hacia delante.

Haz que la postura sea cómoda, si te queda la cabeza en el aire, prueba de colocar un bloque debajo para darle soporte, si las rodillas no llegan al suelo les puedes poner también un soporte.

Apoya las manos en la esterilla delante tuyo y relájate respirando pausadamente durante unos 3 minutos.

SETU BANDHA SARVANGASANA O POSTURA DEL PUENTE CON SOPORTE

Túmbate boca arriba en la esterilla, dobla las rodillas y dobla tus piernas, trayendo los pies cerca de tus caderas. Coje tu bloque y eleva tus caderas para colocarlo por debajo del sacro. Asegúrate de no tener ninguna molestia en la espalda baja.

Una vez tengas tu postura, relájate por completo, dejando que el cuerpo pese. Cierra tus ojos y respira profunda y pausadamente durante unos 3 minutos.

Para salir, eleva un poco las caderas para retirar el bloque y lentamente, vertebra a vertebra vuelve a tumbarte en la esterilla. Quédate tumbado durante unas cuantas respiraciones y abrazarse las rodillas al pecho, balanceándose un poco de lado a lado.

SAVASANA

Termina tu práctica en Savasana, túmbate boca arriba con las piernas ligeramente separadas y los brazos a ambos lados del cuerpo, las palmas de las manos mirando hacia arriba.

Relaja todo tu cuerpo, deja ir. Suelta cualquier tensión que estés guardando en la mandíbula, el entrecejo y deja que tu respiración fluya como quiera.

Quédate tanto tiempo como necesites, mínimo unos cinco minutos.

BENEFICIOS DEL YIN YOGA

Son muchos los beneficios del Yin Yoga. Al estar más tiempo en cada postura, no se estiran solamente los músculos superficiales sino que se llega a las fascias profundas y a los tejidos conectivos.

A nivel energético, ayuda a que la energía fluya por el cuerpo de manera adecuada, llegando a los órganos internos. Las diferentes asanas practicadas trabajan para estimular y remover bloqueos en los meridianos miofasciales, devolviendo al equilibrio los órganos internos.

Vivimos en una sociedad en la que estamos siendo bombardeados con estímulos a todas horas haciendo que nuestras mentes estén constantemente procesando toda la información que nos llega.

Eventualmente nos acostumbramos a que nuestras mentes están constantemente estimuladas y nos cuesta estar sin estímulos a todas horas así que estamos constantemente buscando estímulos que nos distraigan.

Al estar quieto en una postura durante la práctica de yin yoga, damos espacio para que salgan a la superficie emociones que no hemos tenido tiempo ni dejado espacio para procesar en nuestro dia a dia; ansiedad, felicidad, tristeza, aburrimiento…

De este modo, la práctica de Yin Yoga nos proporciona el tiempo y espacio para estar con las emociones que nos surjan, enseñándonos a observarlas y dejarlas que salgan sin necesidad de identificarnos con ellas o juzgarlas.

A modo de resumen, podríamos decir que entre los beneficios de la práctica de Yin Yoga encontramos:

  • Calma y balancea la mente y el cuerpo

  • Reduce estrés y ansiedad

  • Mejora la circulación

  • Aumenta la flexibilidad

  • Balancea los músculos internos y mejora el flujo energético en el cuerpo

Si te has quedado con ganas de aprender y profundizar en esta maravillosa práctica, no te pierdas el taller de Yin Yoga impartido por Marta Valle en Grow el día 5 de noviembre…

¡Te esperamos!

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Autora: Verena Stahel Costa

Fotos: Grow Estudio y Canva

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