Tips para mejorar tu flexibilidad

¿Necesitas ser flexible para practicar yoga?

¡NO!
 ¿La flexibilidad es importante para conseguir tus sueños?
 Yes my friend!

 La flexibilidad es una de las características centrales desarrolladas en la práctica de yoga, pero también en nuestros procesos de Life Coaching! Y es que la capacidad para adaptar nuestro cuerpo y nuestra mente nos dará, sin duda, la clave para el equilibrio mental, físico y emocional. Y también será la llave para una vida más feliz.

Pero ¿Y si no soy flexible? ¿Se es o se consigue ser? ¿Es imprescindible para la práctica de yoga? ¿Puedo mejorar mi flexibilidad?

Deja que nos adentremos un poquito más en qué es la flexibilidad y cuales son las claves para mejorarla ¡en menos de lo que te imaginas!

Seguramente alguna vez te has preguntado ¿por qué hay gente tan flexible?… Ciertamente la #flexibilidad es una cualidad que puede mejorarse y que de hecho, mejora con la práctica (y esto es algo que los yoguis sabemos de primera mano ).

Sin embargo, es verdad que hay muchas personas que de buenas a primeras son capaces de ponerse el pie detrás de las orejas y realizar posturas contorsionistas increíbles que, algunas veces, no nos engañemos, incluso dan un poco de repelús…

El 20% de la población es “híper-móvil”

El caso es que resulta que aproximadamente un el 20% de la población es “híper-móvil”. ¿Y qué significa esto? Primero de todo es importante explicar que la flexibilidad es la capacidad de una articulación o de un grupo de articulaciones para realizar movimientos con la máxima amplitud posible sin provocar ningún daño.

Qué bien suena, ¿verdad? Ser capaces de adaptarnos y abarcar amplitud de movimientos sin que eso suponga dolor, adaptarnos a nuestro medio. Y no solo físico, ya que la conexión cuerpo-mente es real y hay que cuidarla. Por eso, flexibilizando tu cuerpo, flexibilizas tu mente y , como decimos en Grow, tu vida.

¿Pero ser hiper-flexibles es todo ventajas? Pros y contras de la hiper-flexibilidad

PROS_ De hecho, la #flexibilidad es necesaria en el día a día, está presente en casi todos los movimientos diarios que realizamos, aunque quizás no nos demos cuenta. Protege los músculos, tendones y las mismas articulaciones de posibles lesiones o heridas. Además, incrementa las posibilidades de ejecutar movimientos con potencia, ya que ayuda a los músculos a trabajar con mayor libertad. Es decir, se crea una sinergia entre fuerza y amplitud, que contribuye a mantener una buena condición física. Y es perfecta para mejorar nuestra práctica de asanas.

Dicho esto, parece ser que las personas híper-flexibles tienen articulaciones laxas, lo que les permite, en efecto, realizar una gran variedad de movimientos con amplios rangos de amplitud. Esta característica tiene origen en la genética, debido a modificaciones en el gen que codifica para el colágeno, una de las principales proteínas estructurales del tejido conjuntivo.

¿Cuáles son las desventajas de ser tan flexibles?

La híper-movilidad está asociada a una falta de estabilidad, es decir, si una articulación es muy flexible no va a ser muy estable, lo que provoca que necesites más de tu músculo para estabilizarla y evitar lesiones. Por otro lado, desde hace años la híper-laxitud se ha vinculado a un mayor riesgo de sufrir algunas enfermedades autoinmunes como asma o colon irritable. Además, varias investigaciones apuntan que hay un vínculo entre la ansiedad y la híper-movilidad articular, ya que estos individuos presentan una actividad más intensa en las regiones cerebrales asociadas a la ansiedad.

Inicialmente, un estudio realizado precisamente en Barcelona vio que las personas con ansiedad presentaban un 16% más de articulaciones laxas. Investigaciones posteriores determinaron que los individuos con una híper-movilidad articular presentan una amígdala de mayor tamaño. La amígdala es una región cerebral esencial para el procesamiento de las emociones, en especial el miedo. De hecho, los participantes de un estudio que presentaban híper-movilidad mostraron una reactividad neuronal intensa cuando se les mostraban escenas tristes o enojosas, sugiriendo que la híper-movilidad articular podría estar relacionada con una reacción exagerada del sistema simpático ante situaciones de estrés intenso.

¿A qué es interesante?

Algunos estudios hipotetizan que las anomalías en el colágeno afectarían a los vasos sanguíneos y provocaría que la persona tienda a acumular sangre en las venas de las piernas. Esta acumulación podría inducir una respuesta cardiovascular exagerada que provocaría que todo el organismo se acerque a una respuesta de tipo lucha o huida, la cual puede transformarse en pánico. Increíble, verdad?

La flexibilidad no es un obstáculo para practicar yoga, sino un objetivo, un reto...

Actualmente se están llevando a cabo numerosos estudios para confirmar todas las hipótesis e incluso investigar posibles tratamientos para estos pacientes. Sin embargo, la flexibilidad o la ausencia de ella, sigue siendo una de las facultades que más suele frenar a los practicantes beginners y con esto uno de los temas claves en nuestra escuela de yoga.

Sabiendo esto, y viendo que no todo es oro lo que reluce, lo mejor que podemos hacer es tomarnos la flexibilidad como algo progresivo que hay que ir trabajando en el día a día.

Y para eso te dejamos 6 Claves para mejorar tu flexibilidad ¡en menos de lo que te imaginas!

1. Practicar con mucha consciencia, estirar nuestros musculitos sin alargarlos demasiado ni estirarlos con violencia.

2. Importante, ser constantes con nuestra práctica.

3. Si trabajamos sentados todo el día, recordar levantarnos de vez en cuando, estirar los brazos, las piernas y la espalda.

4. Además, no deben faltar en tu dieta las frutas, los vegetales, el calcio y las proteínas.

5. Tampoco podemos olvidarnos de beber bastante agua para mantener el cuerpo hidratado.

6. Y lo más importante de todo, aceptarnos tal y como somos. Todo es un proceso para ser disfrutado y poco a poco, en su momento.

"Practice, and all is coming"

Autor: Alfonsina

IG @_nine_o

Photos: Grow Barcelona